En la última conferencia del DAN nos dijeron que según las escuestas que realiza cada cierto tiempo el Autism Research Institute; fundado por el Dr. Rimland y que ahora es dirigido por el Dr. Stephen Edelson; los reportes de los padres indicaron que un 63% de los niños mejoraron con la dieta sin gluten y sin caseína, y que los que siguieron la dieta de los carbohidratos específicos, especialmente los que tienen muchos problemas por exceso de levaduras, desbalance bacteriano, inflamación intestinal, y diarrea crónica, reportaron gran mejoría, aunque no tengo una cifra de porcentaje que darles en este momento. Pero cada una tiene su beneficios y desventajas, pero que se compensan con las mejorías y con el apoyo de exámenes especializados de laboratorio y las observaciones de su médico tratante.
Un buen comienzo recomendado por médicos y nutricionistas, es la dieta sin gluten y sin caseína y la dieta de eliminación de alimentos a los cuales el niño es sensible, que son consideradas ESENCIALES y además, como ha hecho la Dra. Negrón desde que empezó a indicar estas intervenciones como parte del protocolo por allá en 1997, prescribe a los niños también una dieta de eliminación de fenoles y salicilatos conocida como dieta Feingold. Esto ayuda a que el niño dentro del espectro autista, que de por sí presenta problemas para desintoxicar su organismo, no se vea recargado y los suplementos suministrados le ayuden a recuperarse, y a mejorar los síntomas que presente, a la par de ayudarle a mejorar su salud intestinal con la asesoría del gastroenterólogo infantil, que en nuestro caso, ha sido la Dra. Lenny González, quien se ha dedicado a estudiar este aspecto de la salud de nuestros niños desde 2002, y también algunas de sus compañeras de equipo, con el que ganaron un premio de investigación que ha ayudaro a probar más el punto de los problemas intestinales en los trastornos del espectro autista.
En cuanto a mejorías, generalmente, los padres reportan que los niños que tenían problemas de sueño empiezan a dormir mejor, a comprender más, a poner más atención y a conectarse mejor con su entorno, y que los síntomas digestivos mejoran, aunque algunos de ellos ameritan intervenciones adicionales, pues algunas veces esto no es suficiente, por lo que el médico va afinando detalles junto con los padres quienes son las personas claves, ya que proveen información acerca de los progresos o problemas que vaya presentando el niño desde el comienzo con estas intervenciones.
Pero lo que si es seguro es que estas tres intervenciones son esenciales para que el niño comience a mejorar:
- Dieta sin gluten y sin caseína
- Dieta Feingold - restricción de alimentos con alto contenido de fenoles/salicilatos, incluye también la eliminación de ingredientes artificiales y algunas frutas)
- Dieta de eliminación de sensibilidades alimentarias.
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